“… me siento cómodamente y observo la posición de mi cuerpo.
Hago los ajustes necesarios
y creo la unión entre ambas palmas de las manos a la altura del pecho.
Cierro los ojos y conecto con la respiración.
La observo.
Me doy unos minutos para centrar la energía en mi cuerpo y mente.
Canto el mantra a Pantanjali y al finalizar
inclino la cabeza hacia abajo agradeciendo la herencia del yoga.
Vuelvo con la cabeza lentamente hacia arriba
y abro los ojos.
Observo nuevamente la postura..."
¡Y así comienzo con mi práctica de Asanas!
YOGA ES LA OPORTUNIDAD DE OBSERVAR
Todo el tiempo estoy atento a la observación.
Cuál es la postura natural que adopta mi cuerpo cuando realizo un asana ?
Cómo es la respiración ? Cuáles son los pensamientos que pasan por mi mente ?
La práctica nos da la oportunidad de explorarnos,
de sentir las emociones que aparecen cada día de nuestra vida.
ES LA INVITACIÓN A ESTAR PRESENTES
CON NOSOTROS MISMOS
Es la posibilidad de crear una verdadera intimidad con nuestro cuerpo y nuestra mente.
En el camino de la práctica de asanas poco a poco vamos encontrando equilibrio, fuerza, flexibilidad y confianza.
Desarrollamos la TOLERANCIA, la PACIENCIA y la ACEPTACIÓN.
Podemos presenciar como va cambiando la postura natural de nuestro cuerpo al estar parados, sentados, o al caminar.
Somos testigos de como la RESPIRACIÓN, deja de ser una acción inconsciente para transformarse en la acción más consciente de nuestra vida. Sintiendo la presencia de toda esa ENERGÍA dentro de nuestro cuerpo.
Alcanzamos de esta manera, la capacidad de potenciar nuestra concentración, de desarrollar todos nuestros sentidos y enfocarlos para toda acción que vayamos a realizar.
YOGA ES...
ESTAR PRESENTE AHORA MISMO
CON CUERPO Y MENTE
La práctica del yoga y todos sus beneficios
trascienden el tiempo de una clase.
Comenzamos a notar como se van extendiendo en lo cotidiano,
en la relación con nuestro entorno,
en el equilibrio emocional,
en el vínculo de nuestras relaciones,
en la gran virtud de estar presente
y de vivir lo que está sucediendo AHORA MISMO.
“… y al terminar mi práctica de asanas, me acuesto en la postura del cadaver (savasana).
Puedo sentir los latidos de mi corazón, como cada parte de mi cuerpo entrega el peso a la tierra.
Observo las sensaciones de mi cuerpo, observo los movimientos de la mente. Siento lo sutil en la respiración calmada. Me dejo estar absolutamente presente sin ninguna tensión. Simplemente permitiendo estar “ahora mismo”.
Luego de unos minutos, y muy lentamente comienzo a mover los pies y las manos. Dejo que el cuerpo realice los movimientos que necesite. Me siento cómodamente manteniendo los ojos cerrados con la palma de las manos unidas a la altura del pecho.
Inclino la cabeza hacia abajo y agradezco.
Me agradezco.
Vuelvo lentamente la cabeza hacia arriba y abro los ojos… Namasté.
La clase terminó, la practica de yoga continúa.”
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